Renato Victoria pasó su infancia y juventud en Saint Tropez, la capital mundial de jet set, glamour y fiesta. Su madre, que trabajaba en el lujo, sensibilizó al joven Renato al mundo de los materiales hermosos.

 

A los 20, Renato se trasladó a París, donde trabajó para marcas icónicas como Chloe, Emanuel Ungaro y Christian Dior. Luego se une al joyero OJ Perrin. Después de pasar unos años en esta hermosa casa familiar, decide cumplir su destino de creador. Su larga experiencia en moda y joyería, así como su juventud en Saint Tropez han germinado y madurado su propia idea de la belleza. Una belleza que combina elegancia, alegría, relajación y sensualidad. En pocas palabras, una inspiración hippie chic. Así nació la marca Renato Victoria.

 

A Renato Victoria le gusta crear objetos que tengan una fuerte personalidad e identidad. Cada uno de sus pulseras o collares es único y ensamblado a mano en su taller parisino.

La mayor satisfacción de Renato Victoria es la anécdota que le contó una de sus mejoras amigas. Ella encuentra a una mujer joven en una cena. La mujer le pregunta, mirando su pulsera, si no es una Renato Victoria. La amiga confirma. Sí, es una pulsera Renato Victoria. La mujer sonríe y luego le muestra la suya que su esposo le ofreció dos días antes. A Renato Victoria le gusta trabajar con materiales nobles y colores cálidos: oro y plata, perlas (de Tahití, agua dulce y Australia). Le gusta el lado extraño de las perlas barrocas. Se asocia con algunas piedras duras, incluyendo la turquesa, sin olvidar las piedras preciosas (rubíes y diamantes) y por supuesto el enlace con el mar está siempre presente con madreperla y coral. El cordón japonesa ocupa un lugar importante en los objetos creados por Renato Victoria, ya sea pulseras, collares, pendientes y puños. El cordón es un enlace, el vínculo de la amistad, porque la amistad ocupa un lugar central en la vida de Renato.

Si la naturaleza es omnipresente en Renato Victoria, sus joyas solo saben una temporada. El Verano. Y a medida que los usamos, el verano nunca termina.